Línea Pastoral

El camino del Equipo de Pastoral del Colegio va en la dirección del esfuerzo, la tenacidad, la ilusión, la constancia y  las múltiples aportaciones de toda la Comunidad Educativa (ahí radica nuestra fuerza y sentido), y uno de sus fines es el de generar mecanismos, pautas, herramientas de transformación personal y colectiva en el camino de la Justicia.

Desde la Pastoral del Colegio nos preguntamos: “¿Cómo queremos que sea nuestra sociedad?”. Aquí radica la clave de todo, “la madre del cordero” de la educación y de los modelos pastorales en continuo cambio. Hacer de nuestros alumnos agentes activos de un mundo basado en los valores del Evangelio. No tenemos varitas, ni recetas, ni pociones mágicas… pero tenemos ganas de trabajar con criterio porque nos preocupa, motiva e incentiva la responsabilidad asumida: Construir e Innovar, enraizados en la línea de Jesús de Nazaret.

Pensamos que es esencial y fundamental fomentar el espíritu crítico para formar alumnos que sepan dar respuestas ante las diversas situaciones con las que se encuentran y encontrarán a lo largo de la vida. Y también es clave la educación en valores, porque queremos ayudar a formar gente cabal y sensata que se preocupe por los demás y lo manifieste en la práctica, que sepa trabajar con otras personas y colectivos que piensen de forma diversa; y que, sin perder su identidad, colabore en tejer redes para construir un mundo más humano, más solidario y más justo.

La Pastoral del Colegio pretende ser una llamada de atención a las conciencias de todos nosotros de que podemos ofrecer un mensaje realista, esperanzado y esperanzador en medio de la zozobra mundial en la que nos encontramos, de que debemos y podemos aportar un poco de luz, una mirada solidaria y real a nuestro entorno. En el Equipo de Pastoral construimos juntos propuestas dirigidas a toda la Comunidad Educativa. Estas son fruto del trabajo y la reflexión entendidas como un proceso creativo vivido desde el diálogo, las colaboraciones y aportaciones, encuentros y desencuentros, risas y debates.

El Equipo no es un ente que produce semanas, acciones, jornadas… que nos complica la vida. Es una llamada a la responsabilidad de toda la Comunidad Educativa. No es un modelo cerrado, ni mucho menos terminado. Todos (alumnado, familias, profesorado…) tenemos algo que aportar, para que las sugerencias de mejora enriquezcan la Línea Pastoral del Colegio y nos sintamos vinculados al mismo Proyecto.

En definitiva, vivimos La Pastoral del Centro como una gran responsabilidad, pero también como un reto maravilloso. Un proceso en construcción, nunca terminado, siempre abierto, en el que todos favorezcamos con nuestro trabajo, aportaciones e innovaciones diarias, una red de Justicia y Fraternidad comunitaria tan necesaria en nuestra sociedad.